Los gremios de la ex CGT Azul y Blanca del dirigente gastronómico Luis Barrionuevo ratificaron este miércoles que no participarán en la protesta convocada por el Sindicato de Camioneros, del 21 de este mes, a partir de la adhesión de los sectores kirchneristas y afirmaron no creer en "el amontonamiento de dirigentes". "No serán quienes llevaron al país a la actual situación política quienes puedan hacerlo emerger económicamente", manifestaron en un comunicado. "La marcha del día 21 se caracterizaba en un principio por el reclamo inteligente, pero fue desvirtuada por algunos. No participaremos porque no creemos en el amontonamiento de dirigentes. Aún cuando compartimos el acompañamiento a los trabajadores, en especial a los de la educación, a quienes se pretende sentar a una mesa de negociación que omite la realidad de la inflación por la ineficiente acción de los funcionarios, más preocupados en resolver sus propios temas que la situación económica del país", puntualizaron. El documento del sector barrionuevista sostuvo que "la hora requiere dirigentes sindicales sabios y prudentes que acompañen con firmeza a los trabajadores pero sin subirse a proyectos personales", y expresó sentirse unido al reclamo y la defensa de esos trabajadores, aunque aclaró que no será funcional a "las apetencias políticas del pasado". La ex central barrionuevista se arrogó la autoría del documento elaborado y difundido en Mar del Plata el 18 de enero último y reseñó que el consejo directivo de la actual CGT lo aprobó de forma unánime en la reunión del 31 de ese mes. "Allí se aprobó repudiar el recorte a los jubilados, que implicará una rebaja de más del 10 por ciento en marzo al aplicarse la nueva fórmula oficial; se exigió paritarias libres y sin topes; no acompañar la reforma laboral; rechazar el megadecreto 27/18; elaborar un programa básico de coincidencias; solicitar a los legisladores su acompañamiento y apoyar y respaldar activamente a las organizaciones en conflicto", señaló el sector. El documento también enfatizó que este año "el gobierno agravó su política de agresión a la clase trabajadora y a los humildes con aumentos desmesurados para los propietarios a través del impuesto inmobiliario, incremento de tarifas, escalada inflacionaria, suba del transporte y de combustibles, lo que impide planificar la vida familiar argentina". "También se advierte despreocupación, corrupción creciente y represión, lo que requiere un accionar inteligente en el que la estrategia del legítimo reclamo sindical no puede enredarse con el pasado reciente. Muchos de aquellos funcionarios deben rendir cuentas en la justicia y, ese pasado reciente, fue el responsable de la elección de la ciudadanía, que huyó con su voto de la demagogia, la corrupción, la crisis económica y el personalismo exacerbado, además de la pauperización del trabajo", añadió. El barrionuevismo responsabilizó al kirchnerismo en "el ciclo de mayor crecimiento económico del país, de abandonar el gobierno en las puertas de una crisis económica y con una enorme cantidad de pobres y desocupados", aunque señaló también que en enero de este año hubo 5.520 trabajadores despedidos (3.038 privados y 2.482 estatales), por lo que "nos une el reclamo pero no seremos funcionales al pasado".