El Sindicato de Seguridad e Investigaciones Privadas (SSIP), el gremio de vigiladores que conduce Federico Galeano, reclamó la reapertura de paritarias para el sector, al advertir que los trabajadores de la actividad han sufrido durante 2019 una pérdida salarial del 20 por ciento. El SSIP presentó al Ministerio de Trabajo el pedido formal para que el organismo oficial convoque a la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigaciones (CAESI) para la reapertura de la negociación salarial. La solicitud recordó que en octubre el SSIP reclamó la reapertura de paritarias a CAESI, en conjunto con el Sindicato Único de Vigiladores de Córdoba, y que si bien la patronal respondió que “estaba dispuesta” a negociar, las autoridades de la entonces Secretaría de Trabajo “los conminaban a no avanzar con la amenaza de no homologar ningún acuerdo”. “Esa respuesta improcedente y que viola la buena fe negocial nos dejó al borde de un conflicto, con la consiguiente toma de medidas de fuerza, pero decidimos esperar al cambio de gobierno con la esperanza de que los nuevos funcionarios de un gobierno nacional y popular fueran de colaboración para superar el conflicto”, señaló la directiva del SSIP. En este marco, el gremio que lidera Galeano evaluó la situación salarial al señalar que “en nuestra actividad se pactó en julio una recomposición salarial del 30% para todo el año, cuando la inflación ocurrida y la proyectada hasta la finalización del año paritario no baja del 50%”, o sea que como mínimo los trabajadores están resignando 20 puntos de poder adquisitivo”. “Decimos como mínimo porque la inflación en la comida y productos de primera necesidad ha sido aún mayor, y los trabajadores de bajos ingresos destinan el grueso de sus ingresos a ese consumo. Es decir, les ha pegado aún más fuerte la inflación”, alertó la dirigencia gremial. En ese sentido, la conducción del SSIP agregó: “Para advertir lo dramático de la situación de los trabajadores de nuestra actividad bastaría tener en cuenta que nuestro salario de bolsillo no supera los 25.000 pesos y la canasta básica para no ser pobres para una familia tipo según el Indec es de más de 35.000 pesos”. “Aun trabajando en blanco los trabajadores de la seguridad privada somos pobres y no podemos llevar lo mínimo indispensable a nuestras familias”, cuestionó la conducción gremial. La Comisión Directiva, por último, consideró que “esa situación es insostenible y desde hace un par de meses se lo venimos planteando a la cámara empresaria, que nos ha venido dando vueltas y que finalmente nos salió con que era la Secretaría de Trabajo la que obstaculizaba un nuevo acuerdo”. En este contexto, el sindicato manifestó que “antes de iniciar medidas de fuerza decidimos esperar a las nuevas autoridades y dar la oportunidad a una solución armoniosa, con la gran esperanza que nos ha traído el nuevo gobierno que los trabajadores votamos mayoritariamente”.   NOTICIAS RELACIONADAS: El SSIP continúa con sus recorridas en distintos puntos del país