La CGT fue blanco de duras críticas expresadas desde las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas, sector que consideró que en el seno de la central obrera faltan ideas y que “el paro general no es la solución a la problemática del país”, a la vez que afirmó que la última protesta de diciembre fue solo “un justificativo frente a las bases para fundamentar la ausencia de una postura sobre la reforma previsional”. “La CGT está partida. La retirada de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) del consejo directivo a partir de la renuncia del secretario de Interior, Francisco Gutiérrez, fue una característica de esa realidad o un marcado anuncio de la futura partición final”, aseguró Julio Estévez, vocal de Las 62 y secretario General de la Unión del Personal Superior de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Upsafip). El dirigente gremial aseveró que ningún organismo puede funcionar con tres secretarios generales, por lo que “la salida debe ser la unidad de todos los gremios para elegir una nueva conducción, con un único titular estatutario y en una sola central sindical”. Estévez señaló en ese sentido que la conducción del histórico brazo político del sindicalismo peronista dialoga con todas los sectores gremiales, incluyendo a estatales y gremios de la energía y el petróleo (Catheda), aunque reconoció que existen “diferencias internas muy profundas” que se remontan a los años de la anterior gestión de la CGT.