El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) repudió las declaraciones de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, las que consideró de "ignorancia supina". Así se pronunció el gremio luego de que la funcionaria dijera que los maestros son "cada vez más grandes de edad" y que eligen esa carrera como "la tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras". A través de un comunicado enviado a SITIO GREMIAL, el secretario General del Sadop, Jorge Kalinger, aseveró que además de "estigmatizar y generar una reprochable violencia simbólica hacia un colectivo en especial empobrecido por la gestión que su partido (el PRO) realizó entre 2015/19, al eliminar la Paritaria Federal, Acuña denunció 'adoctrinamiento'". "La funcionaria denunció 'adoctrinamiento' y culpó a la participación sindical de los docentes por esa situación", señaló Kalinger, quien denunció que las palabras de Acuña "discriminan a nivel social" a quienes realizan "una tarea marginada, en especial desde su administración en la ciudad, y muchas veces golpeada por los avatares y crisis económicas de cada distrito". El dirigente aseguró que sin participación sindical "el avasallamiento de los intereses de políticos y empresarios de la educación sería del todo inmanejable". Kalinger también enfatizó que la sindicalización precisamente detiene "ese flagelo" al luchar por mejores salarios y condiciones y medio ambiente de trabajo. El sindicalista puntualizó que los dichos de Acuña constituyen "una provocación a quienes ofrecieron su compromiso en la pandemia de coronavirus y permitieron la continuidad pedagógica durante todo el año", expresó en el documento, donde califica a las declaraciones de la ministra como de "ignorancia supina". "Los docentes ofrecieron sus casas, equipos, su tiempo y hasta expusieron a sus familias para que este año nadie pueda decir que no hubo clases. Existieron de una forma diferente, pero nunca se detuvo el proceso educativo. Porque esa es la única manera de que la Argentina crezca", concluyó Kalinger.