

Por: Agencia SITIO GREMIAL
El Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQYP), que conduce Facundo Aveiro, anunció que después de 90 días de conflicto "revirtió despidos y desbarató la maniobra de la empresa y la izquierda que ponía en riesgo la continuidad de la planta".
A través de una declaración pública, la organización sindical resaltó que logró “la reincorporación de trabajadores despedidos en la planta de Praxair Linde en Pacheco y evitó lo que parecía una decisión inminente de la multinacional: su cierre definitivo".
El SPIQYP recordó que el conflicto se desató el pasado 5 de diciembre, al señalar que la empresa "despidió a un grupo de trabajadores alegando una crisis económica derivada del contexto nacional".
Sin embargo "desde el sindicato y los propios trabajadores se denunció que esto no era más que una maniobra patronal para justificar despidos", indicó la entidad gremial.
Ante la situación, el SPIQYP recordó que "impulsó medidas de fuerza en todas las plantas de la compañía, una acción pocas veces vista en el sector de los gases industriales".
"Con una estrategia firme y el respaldo de las comisiones internas, se logró torcerle el brazo a la multinacional y reincorporar al 50% de los trabajadores despedidos", remarcó el sindicato.
INTROMISIÓN RECHAZADA
En ese marco, el gremio cuestionó que "sectores del Frente de Izquierda, diputados de su espacio, diputados de extracción sindical kirchneristas y el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires (delegación Tigre) se entrometieron en el conflicto sin comunicarse antes con la organización que legítimamente representa a los trabajadores".
Esta intervención "entorpeció las negociaciones con medidas inorgánicas e inconsultas", mencionó el sindicato, y que “producto de ello la negociación, que avanzaba entre el SPIQYP, la comisión interna y la empresa, se dilató más de 30 días, beneficiando a la compañía, que cuando retomó las negociaciones en el Ministerio de Trabajo de la provincia retrocedió en su oferta y endureció aún más su postura, ofreciendo menos reincorporaciones de las que había planteado previamente".
"Los propios trabajadores de todas las plantas, a través de sus comisiones internas y el sindicato, exigieron a la izquierda que no se metiera en un conflicto donde nadie los llamó", señaló el SPIQYP.
Sin embargo "la izquierda y su referente en el conflicto ignoraron la voluntad de los trabajadores de Praxair y continuaron con su estrategia política, desoyendo la decisión de la mayoría de los trabajadores y del sindicato de la actividad", planteó el gremio.
Al respecto, el SPIQYP planteó: "Este conflicto innecesario, que potenció la izquierda buscando ‘podrir’ la negociación y corriendo el arco cada vez que se avanzaba, tenía un único objetivo: instalar a su propio candidato en el distrito a costa de los trabajadores".
En ese sentido, el sindicato afirmó que "a pesar de que el 95% del conflicto estaba resuelto hace un mes, la intromisión de estos sectores generó un retroceso, desgastó a los trabajadores y le dio a la empresa la excusa perfecta para endurecer su postura y amagar con el cierre".
MINISTERIO CUESTIONADO
También el gremio cuestionó "el accionar de la Delegación Tigre del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, en particular del delegado Juan Manuel Reboredo, quien ingresó al conflicto con la prepotencia de que ellos ‘resolverían el problema’ y ‘le pondrían los puntos a la empresa’, incluso saliendo en medios de comunicación, algo pocas veces visto".
Sin embargo, la entidad sindical relató que en las últimas audiencias "tras dialogar a solas con la empresa, fue el mismo Reboredo quien cambió de discurso y les dijo a los trabajadores y al sindicato que ‘el Ministerio hasta acá los va a acompañar’ y que sólo respaldarían cinco reincorporaciones, poniéndole un techo artificial a lo que se venía logrando con lucha sindical".
Frente a ello, el sindicato indicó que "este caso no es un hecho aislado" y mencionó que "cada vez que la izquierda se involucra en un conflicto con empresas multinacionales, el resultado es siempre el mismo: más despidos, más cierres, más familias en la calle y más trabajadores condenados a depender de una cooperativa que no funciona y, finalmente, de un plan social".
"No hay un solo caso en la historia reciente donde su intromisión haya resultado en una victoria real para los trabajadores", sostuvo el SPIQYP, y agregó: "Por el contrario, con sus malas estrategias sindicales, siempre terminan sirviendo a los intereses de las multinacionales que tanto dicen combatir".
"Su modus operandi es predecible: se involucran en conflictos, en este caso en uno donde nadie los llamó, radicalizan las disputas, impiden soluciones reales y, cuando logran quebrar la relación empresa-trabajadores, fuerzan cierres para luego impulsar cooperativas manejadas por ellos desde el partido o el frente, y no por los trabajadores", expresó el gremio.
En ese sentido, el sindicato consideró: "Esto no es defensa del trabajador, sino un negocio político que solo les sirve a ellos, no a quienes dependen de su empleo para vivir".
"Lo mismo puede decirse de ciertos diputados de extracción sindical que, en lugar de resolver los problemas de los trabajadores que dicen representar (problemas que sí existen y son muchos), se entrometen en conflictos ajenos, pasando por encima de las decisiones de los trabajadores organizados y de su legítimo sindicato, sin siquiera comunicarse con ellos", reafirmó el SPIQYP.
EVITAR EL CIERRE
Ante la situación, la conducción gremial resaltó que “a pesar de los intentos de boicot, la estrategia del SPIQYP logró doblegar la postura de la empresa y evitar un cierre que hubiera dejado a decenas de familias en la calle".
Este caso "deja una lección clara: mientras el sindicalismo peronista real lucha por preservar el empleo y la industria nacional, la izquierda trotskista termina siendo funcional a las grandes multinacionales que, al parecer, operan en tándem", resaltó el sindicato.
"Es momento de que algunos sectores dejen de jugar a la política partidaria con el empleo de los laburantes", manifestó el SPIQYP, y añadió: "Porque si algo quedó demostrado en este conflicto, es que entre una empresa norteamericana y el Frente de Izquierda, estuvieron a punto de dejar a todos en la calle".
Por último, la declaración del sindicato químico y petroquímico resaltó que "no lo lograron" y concluyó: "Porque una vez más, el sindicalismo organizado y los trabajadores en unidad triunfaron sobre los oportunistas y los ajustadores".