La Asociación del Personal del INTA (APINTA) denunció una “avanzada para retomar el plan de destrucción del INTA”, impulsada desde el Gobierno Nacional a través del nuevo Consejo Directivo del organismo.
Así se pronunció el Congreso Ordinario de APINTA, que sesionó este martes, y advirtió que continúan las acciones contra el organismo que “atentan contra su estructura, funcionamiento y misión”.
La declaración del gremio expresó que el INTA, con casi 70 años de trayectoria como institución descentralizada y autárquica, sigue siendo objeto de medidas regresivas que ponen en riesgo su rol estratégico.
“Seguimos en estado de alerta y movilización”, afirmó el documento sindical, al tiempo que denunció “los embates promovidos por el Poder Ejecutivo Nacional e impulsados en INTA por su presidente Nicolás Bronzovich, con una clara voluntad de aplicar la motosierra contra los trabajadores y trabajadoras”.
El gremio sostuvo que las decisiones adoptadas no contemplan el impacto que generan en el desarrollo agroindustrial argentino, y apuntó directamente contra la política que intenta reinstalar despidos, cierres de estructuras técnicas y reducción de funciones esenciales del organismo.
“La lucha de APINTA, productores y productoras con sus organizaciones de base, la férrea decisión de las y los diputados y senadores nacionales, y el acompañamiento de la justicia al dictar una medida cautelar, hoy nos permiten estar de pie”, manifestó la entidad sindical.
APINTA cuestionó con dureza el intento del nuevo Consejo Directivo de imponer una agenda que ya fue rechazada.
En ese sentido, la organización sindical denunció que se pretende avanzar con la disponibilidad de personal, cierre de agencias de extensión y de institutos de agricultura familiar, reducción de centros regionales y de investigación, cambios de estructuras y venta de tierras públicas, además de limitar las líneas de investigación y extensión sin una visión federal.
Asimismo, el gremio también denunció que el Ejecutivo miente al afirmar que el INTA comenzó recientemente a dedicarse a la extensión rural, al señalar que esa función es parte de su misión desde su creación en 1956.
APINTA rechazó además las propuestas de Bronzovich para liquidar las Unidades de Vinculación Tecnológica del grupo INTA, la Fundación ArgenINTA y la empresa INTeA SA, y cuestionó el intento de eliminar el modelo de cooperadoras en estaciones experimentales.
Frente a este escenario, APINTA expresó un llamado a la unidad del sector: “Exigimos a las entidades del sector agropecuario que estén a la altura de las circunstancias y defiendan al INTA, porque su actual conducción no es un buen elenco. El futuro de la producción y el desarrollo rural está en juego”.
“No a los despidos y pase a disponibilidad de los y las trabajadoras. No al cierre de agencias de extensión. No al cierre de centros regionales y de investigación. No a la venta de las tierras patrimonio de todos los argentinos”, demandó el documento de APINTA, y concluyó: “El camino es la lucha”.